• Destacan que han perdido rutinas
importantes para su desarrollo, como jugar con amigos, salir al parque, ir al
colegio y estar en contacto con sus abuelos o tíos, entre otras.
• Señalan que confinamiento afecta la
capacidad de concentración y altera las emociones.
Toluca, Estado de México.- Derivado de la pandemia por COVID-19, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en el mundo existen tres
tipos de crisis, la sanitaria, la económica y la psicológica, esta última por
diversos factores como el aislamiento, dificultades económicas, incertidumbre,
miedo al contagio y el duelo por la pérdida de un ser querido.
Al respecto, Rafael Ortega y Ruiz de Chávez, psicólogo del Instituto de
Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) detalló que
durante los últimos siete meses se han incrementado de forma muy importante los
trastornos de ansiedad, pues cada vez los círculos más cercanos en la familia
se han contagiado y algunos incluso lamentablemente han perdido la vida.
Agregó que el hecho de que los niños y adolescentes vean a sus padres que están
pasando por una crisis psicológica y los vean preocupados, nerviosos y
angustiados, provoca que ellos mismos tengan inseguridad por la vida.
“El cambio en la forma de vida no sólo afecta a los adultos, sino también a los
niños, pues han perdido rutinas que son importantes para su desarrollo, como
jugar con amigos, salir al parque, ir al colegio, estar en contacto con sus
abuelos, tíos, etcétera”.
Explicó que el confinamiento ha hecho que los niños pierdan su capacidad de
concentración, ya que presentan mayor sensación de soledad, se enojan con
facilidad o manifiestan alteraciones del sueño: despiertan con miedo, llorando
y con temor a la oscuridad.
Por otra parte, indicó que durante la pandemia algunos niños, debido al temor
al contagio, aprendieron que el contacto físico es peligroso e incluso se han
obsesionado con la limpieza y los rituales de lavado de manos.
“En algunos otros casos, aunque el confinamiento ha favorecido el acercamiento
entre padres e hijos, también ha acrecentado los conflictos intrafamiliares ya
existentes”, agregó.
Al respecto, el especialista informó que para ayudar a los hijos a estar más
tranquilos, se debe brindarles más cariño, compañía y sobre todo hacerles ver
que las personas que quedan cerca de ellos les van a dar seguridad y bienestar
para seguir adelante.
Añadió que para fortalecer la integridad familiar, es importante realizar
actividades en familia como leer un libro adecuado para todos, divertirse con
juegos de mesa, cocinar juntos, tocar algún instrumento musical o compartir sus
emociones.
Para finalizar, enfatizó que aunque no se puede tener contacto físico, sí se
puede contar con la tecnología para convivir virtualmente con amigos y
familiares; por lo que recomendó no aislarse, ya que, aunque esto es una medida
transitoria para no enfermar, el ser humano es social y la conexión ayuda a
aliviar la angustia y mitigar el estrés.

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