Toluca,
Estado de México.- La riqueza cultural del Estado de México queda manifiesta a
través de la amplia gama de su producción artesanal, caracterizada por su
diversidad y vitalidad, nutrida por la destreza de mujeres y hombres que han
sabido cultivar, a lo largo de múltiples generaciones, un oficio cuyas
principales herramientas son su talento y habilidad con sus manos.
En la
entidad mexiquense existen 13 ramas artesanales con registro en el Instituto de
Investigación y Fomento a las artesanías del Estado de México (IIFAEM), mismas
que se integran por varias subramas.
Una de
ellas son los textiles, cuyas técnicas con mayor presencia en el estado son el
telar de cintura indígena, el telar de pedal o colonial, telar vertical, así
como el bordado y deshilado.
Los
principales municipios donde se producen textiles bordados a mano son San
Felipe del Progreso, Villa de Allende y Villa Victoria, dicha actividad
artesanal es desarrollada principalmente por comunidades de origen mazahua.
Es de
referir que los bordados mazahuas se caracterizan por poseer alrededor de la
tela una greca llamado “careado”, y otra denominada “culebra”, en la creación
de algunas vestimentas utilizan el pepenado de hilván, de tal forma que el
dibujo se ve por el derecho y al revés, también se hace la “sabanilla”, que es
una especie de colcha.
Además de
bordar gabanes, morrales, cojines y caminos de mesa con una gama de iconografía
en materia de flora y fauna, así como elementos distintivos de su cultura, en
Tenancingo, Malinalco y Calimaya se elaboran rebozos, esta prenda encierra una
tradición, historia y belleza incalculable. Cada pieza es una obra de arte
elaborada con hilos de algodón y tejidas en telar de cintura y pedal.
Jiquipilco,
Ixtlahuaca, Coatepec de Harinas, Chiconcuac y Tianguistenco se dedican a la
actividad artesanal de lana resaltando sus productos como gabanes y suéteres,
tejidos en telares de pedal y bastidores.
En el
municipio de Temoaya, la sensibilidad otomí ha desarrollado con maestría el
arte de hacer tapetes anudados a mano, que era propio de los países orientales,
hoy en día los tapetes son reconocidos en el mundo del arte textil.
La
indumentaria tradicional es uno de los rasgos culturales que forman la
identidad de la sociedad, las prendas en las que las personas reflejan parte de
su vida impregnan características importantes como sus creencias, ideales y su
relación con el entorno.
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