Toluca,
Estado de México.- La donación de órganos es de suma importancia, pues es un
tratamiento que mejora, prolonga y salva vidas a millones de personas, por
ello, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios
(ISSEMyM) realizó el Quinto Curso Interinstitucional de Donación de Órganos y Tejidos
con Fines de Trasplante.
Al
respecto, Vicente Cardona Infante, Jefe de Trasplantes del Centro Médico
ISSEMyM Toluca, detalló que éste es un programa prioritario para la Institución
pues brinda la oportunidad a otras personas de vivir y/o tener una mejor
calidad de vida.
“Por más de
25 años, el servicio de Trasplantes del Instituto ha realizado diversas
intervenciones de tejido, córnea, hueso, piel y riñón, por lo que la
especialización y la actualización constante del personal médico involucrado resultan
fundamentales”, destacó.
Durante
esta edición virtual se trataron temas como la perspectiva de trasplantes en el
ISSEMyM, estrategias y planes de reactivación de donación y trasplantes en
México con base a los protocolos de seguridad de la pandemia por SARS CoV-2, el
trasplante pulmonar en época de COVID-19 y actualización de nuevas técnicas de
trasplante de hígado, entre otros.
Asimismo, el Coordinador de Salud de esta Institución, Jorge Guerrero Aguirre, dio a conocer que en cuanto existan las condiciones adecuadas podrán realizarse unos 240 trasplantes anuales y detalló que pronto se llevará a cabo la implementación de nuevos procedimientos de trasplantes de corazón y pulmón en el Instituto.
Por su
parte, Cardona Infante recordó a la población en general que los requisitos
principales para donantes vivos son la mayoría de edad y que los estudios de
compatibilidad resulten favorables, tanto para el receptor como para el
donador.
“Para
garantizar la compatibilidad entre los donadores, deben existir factores
comunes como grupo sanguíneo y condiciones inmunológicas específicas, además de
llevar a cabo estudios de laboratorio, pruebas de esfuerzo, rayos X, pruebas de
función hepática y renal”, detalló.
Finalmente,
señaló que, para el caso de donantes fallecidos, la persona tiene que haber
expresado en vida de manera verbal o escrita esta acción o que la familia tome
la decisión de donar sus órganos cuando éste se encuentre declarado con muerte
encefálica.
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