Cartón
tomado de internet. Autor: dibujante freelance Juan Ramón Mora
Por Josué Dorantes
Ciudad de
México-. Veintisiete años después de que la Asamblea de las Naciones
Unidas decretara el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, en México
prevalecen situaciones que atentan contra el libre ejercicio de la profesión,
ya que las y los periodistas deben enfrentarse constantemente a agresiones,
limitaciones, y abusos por parte de actores políticos, sociales y de la
delincuencia organizada.
El último
suceso inquietante en contra de la labor periodística, fue protagonizado por el
presidente Andrés Manuel López Obrador, quien cuestionó, calificó y menospreció
el profesionalismo de medios y periodistas, señalando que en México no hay un periodismo
profesional, porque los comunicadores no apoyan su proyecto político.
Ejercer la
libertad de expresión en nuestro país tiene cada vez más obstáculos y se ha convertido
en una actividad de alto riesgo. Los y las periodistas tienen que sortear
condiciones de inseguridad pública, social y laboral para ejercer sus derechos;
al realizar coberturas sensibles y no seguir los lineamientos impuestos por
quienes ostentan el poder, ya sea real o fáctico, ponen en riesgo sus vidas.
Los
ataques, amenazas e intimidaciones hacia periodistas, constituyen claras
señales de que la libertad de expresión en nuestro país enfrenta graves
carencias.
Los 14
periodistas asesinados durante el año y medio que lleva el sexenio de López
Obrador, son muestra palpable del deterioro de los derechos a la vida, al
empleo y al ejercicio de una profesión en México, dijo la Federación
Internacional de Periodistas (FIP), organización mundial que ha denunciado las
insuficiencias y limitaciones del Mecanismo de Protección para Personas
Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
El
Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) demanda a los tres niveles
y órdenes de gobierno, así como a los diversos actores sociales, políticos y
económicos, la observancia y el estricto respeto a la actividad periodística,
así como garantizar la protección de quienes la ejercen. No puede haber plena
libertad de prensa, sino existe pleno respeto a la vida y a los derechos
laborales de los comunicadores, precisó esta organización gremial.
Especialistas
y académicos han considerado que una gran cantidad de trabajadores de los medios
de comunicación laboran en condiciones precarias, pues no es infrecuente que
ellos mismos aporten las herramientas para efectuar su trabajo y perciben
salarios insuficientes.
Hasta el
último trimestre del 2019, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y
Empleo, en México hay un total de 44 mil 364 de trabajadoras y trabajadores de
la comunicación, de los cuales 36 mil son periodistas.

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