Por Rocío Ayala
Que un
policía federal ejerza bajo el mando de un militar, o que un militar se
subordine a un mando civil, ambos, so pena de terminar condenados al patíbulo
de los acusados tras el menor de los equívocos, según lo que enuncia la Ley de
la Guardia Nacional en su Título Quinto, Capítulo I, Artículos 57 y 59 (de los
más rigurosos); o bien, desempleados de por vida, bajo el estigma de haber
actuado “contra el pueblo”, es definitivamente pretender “matar pulgas a
balazos”. No porque el trabajo de un uniformado adolece de mérito, sino todo lo
contrario. Por ejemplo, para el caso de la “extinta” Policía Federal, son
increíbles los medios y los recursos que el gobierno federal ha empleado para
desacreditar y desarticular a esta corporación, todo para el reducto que es la
Guardia Nacional ante una sociedad que no la respeta, una GN que ha sido
vilipendiada a huevazos, con palos de escoba y escupitajos, allá donde la
ciudadanía dice “ni maíz, acá nomás mis chicharrones truenan”.
Pero, ¿Qué
no “el que es perico, donde quiera es verde? Bueno, gris por el modelito del
uniforme que a todas luces es anti camuflaje, hasta parece que los visten para
ser el blanco perfecto de malandrines. Sí, un buen policía y un buen militar,
servirán a su nación y protegerán a su pueblo siempre. El asunto es que al fin
y al cabo asalariados, tienen derechos laborales que van en función de sus
deberes asignados, y es aquí donde se pone bueno el asunto.
AL MAL
PASO, DARLE PRISA
Hace
algunas semanas, circuló como respuesta por concepto de solicitud de días de
descanso, un documento sin membretes de la Secretaría de Seguridad y Protección
Ciudadana (SSYPC), ni de la Guardia Nacional (GN), sí con el destinatario y el
mensaje bastante claros: la suspensión de franquicia temporal, en razón de la pandemia
que prevalece en nuestro país. Aunque a
simple vista no es favorable, de alguna manera se entiende dadas las
circunstancias.
Ante las
inconformidades que dicho documento generó, “llegó” ahora sí el documento
“oficial”, un conjunto de radiogramas de órdenes a militares que se hicieron
extensivas a elementos de la ex Policía Federal (PF), tal y como lo señaló el
documento en uno de sus apartados.
Por
principio constitucional (art. 21 párrafo décimo) y de acuerdo a lo planteado
por el mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es preciso
recordar que la GN, es civil, no militar, y de acuerdo a su propia Ley, dice
que los Policías Militares (PM), se deberán dar de baja para poder ser GN
(pedir licencia) en lo que pasan los cinco años y deciden si regresan a su
unidad de origen o se quedan en la GN.
La Ley de la Guardia Nacional, señala que el ejército (infantes,
paracaidistas, gafes, etc.), ayudarán en materia de seguridad pública durante
los cinco años en tanto se consolida la GN, debiendo quedar subordinados a la
Secretaria de Seguridad Pública.
El tema de
la inconstitucionalidad atañe tanto a ex policías federales como a militares,
pues en la práctica es muy distinto, lo único que han hecho es estar
comisionados a la GN por qué no quieren meter su baja o licencia. Conclusión:
son militares y reciben órdenes de la Secretaría de la Defensa Nacional
(SEDENA).
Por lo que
expresamente se refiere a elementos de la extinta PF, señala el documento en
cuestión que desde el momento en que éstos pasaron bajo el mando de dicha
unidad militar, deberán ajustarse a los cánones que establecen las leyes y que
tal unidad, velará por sus intereses y beneficios a que tengan derecho. Surge
la pregunta del millón ¿por qué les suspenden los derechos humanos y laborales
a los ex PF de la GN, en tanto que a los militares les siguen dando un dinero
extra por estar fuera de plaza? Este es un vil atropello a sus derechos
laborales, contrario al acuerdo de la Secretaría de Salud Federal del 24 de
abril del presente año, donde indica que se habrán de garantizar los derechos
humanos de las personas trabajadoras, así como el estricto respeto a los
derechos laborales de las y los trabajadores. ¿Acaso se trata de un acto
deliberado de la ya conocida Ven-Ganza, dentro de la 4te? La otra causa
probable sería la ignorancia plena o el infalible recurso de “tengo otros
datos”.
En calidad
de mientras, esta situación es una bomba de tiempo y los argumentos no se
hicieron esperar. Ya hubo quienes
pusieron el dedo en la llaga, solicitando conforme a derecho y por la vía que
corresponda, amén de solicitar la autorización de sus días de descanso; se
aclare si los radiogramas se refieren al Batallón de Operaciones Especiales y,
de ser el caso, se otorguen las prestaciones que se les dan a los elementos con
un grado similar al expuesto, o ¿a qué unidad se refiere?, así mismo, hacer
saber si se trata de los cánones
castrenses y/o ¿a qué ley se refiere?. En cuanto a que se deberán elevar todas
las solicitudes por los conductos regulares, con el objeto de que la cadena de
mando se dé estricto seguimiento a referidas solicitudes; para tal efecto, de
igual manera se solicitó indicar cuál es la situación dentro del Btn. Ops.
Espls., el lugar y/o cargo que se ocupa dentro de la estructura y
funcionamiento dentro de este batallón, es decir cuál es el número orgánico,
compañía, pelotón y escuadra así como el nombre y cargo de los superiores y
subalternos dentro del mismo. La inconformidad de cada elemento es clara ¿quién
soy y qué lugar ocupo con ustedes?
En relación
al apartado donde se indica que “hasta nueva orden”, queda suspendido el
otorgamiento de franquicias por la contingencia sanitaria; fue solicitado que
se proporcionen los comprobantes de conocimiento a los solicitantes, quienes
aseguran, nunca fueron notificados.
Poquito faltó para decir que los “mandos” hacen lo que les da su
reverenda gana con los derechos de sus elementos, al grado que éstos, exigen
sea referenciada la definición de “franquicias” y la legislación donde se maneja
ese término utilizado en dicho Radiograma. Al mismo tiempo, aclarar si, como
fue el caso de la fuente informativa, al otorgar por lo menos un día de
franquicia, éste corresponde a días feriados, permisos o descanso
extraordinarios.
El hartazgo
es notorio, está a flor de piel y con justa razón luego de más de 30 días de
jornadas laborales ininterrumpidamente fuera del lugar de origen; descanso que
es un derecho consagrado en nuestra Carta Magna. El pliego petitorio, termina con especial
énfasis en la suspensión de otorgamiento de “franquicias” por la contingencia
sanitaria, puesto que todos, ex policías y militares deben y merecen tomar un
descanso como integrantes de la Guardia Nacional. Descansar para recuperarse
física, mental y emocionalmente y al mismo tiempo, fomentar la integración y
sana convivencia familiar.
El
desenlace no fue afortunado para todos. Ante la insistencia, algunos elementos
lograron ir a casa luego de 30 días laborando o más. Otros lograron obtener
turnos de 48 horas de trabajo por 24 de descanso. Total que haciendo cuentas,
resultaron más días de los que marca la Moral de la GN que son 5, por lo que se
puede ver que la negativa de los descansos y la consecuente violación a los
derechos laborales, no es por la contingencia sanitaria, sino porque es claro
que también los militares se resisten a subordinarse a un mando civil y ahora
se tiene un claro y aletargado conflicto de identidad.
La promesa,
aparte del jugoso salario, fue un esquema de trabajo de 24 horas por 48 de
descanso, pero como el gasto para ir a casa era mayor y poco el tiempo, el dedo
divino decidió que deberían quedar como antes en la PF, con 5 días de descanso
por 30 laborados. El problema se agrandó al cambiar el mando, y con el último
acuerdo donde ratifican la subordinación de militares a Alfonso Durazo y lo
aquí expuesto, nos dice que los militares no lo aceptarán en su totalidad. De
ahí se desprende que nunca fue buena idea desaparecer a la PF, ni mezclar a
marinos, militares y policías federales. Por eso es que se siguen ostentando
como rangos como 'capitán del ejército mexicano' y obedeciendo a SEDENA, cuando
ya debería ser Sub Inspector de la GN obedeciendo al titular de la Secretaría
de Seguridad y Protección Ciudadana, o en su defecto al Comisario General Luis
Rodríguez Bucio, Comandante de la Guardia Nacional.
Con este
inconveniente sin dimensionar todavía, tal parece que el presidente con su GN
“quiso hacer mole y le salió caldillo”. ¡Veremos! Dijo un ciego.
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