•Relata José “N”, de 28 años de edad, cómo
pasó de no creer en la existencia de la enfermedad a padecerla en aislamiento
domiciliario.
•Señala que hubo días en que creyó que su
cuerpo no resistiría los intensos dolores de cabeza y de cuerpo, que provoca
esta enfermedad.
•Invita a la población a cuidarse y respetar
las medidas sanitarias que se deben llevar a cabo para protegerse y evitar
contagios.
Nezahualcóyotl,
Estado de México, 30 de abril de 2020. El
escepticismo, el no creer en la existencia del COVID-19, pensar que, incluso,
era resultado de una guerra comercial entre países, que los medios de
comunicación y los gobiernos exageraban, dejaron de ser las ideas que José “N”
tenía acerca de esta pandemia, en el momento en el que su cuerpo sufrió los
síntomas que provoca este virus.
“Yo no creía que esta enfermedad o este virus fuera real, me
mantenía completamente escéptico, en mi mente pasaban ideas de que son los
medios de comunicación que están exagerando, es el gobierno, es algún tipo de
manipulación mediática.
“Incluso, llegué a pensar en una guerra comercial, China -
Estados Unidos, principalmente porque esta enfermedad empezó a mencionarse aquí
en México a finales de febrero, y bueno, como la mayoría, yo no conocía a
alguien que estuviera enfermo”, comentó.
José “N” tiene 28 años, es estudiante por la tarde y trabaja
en las mañanas, recuerda que el primer síntoma que presentó fue un dolor de
cabeza que incrementó su intensidad al paso de los días.
A la par comenzó a sentir dolor en todo el cuerpo e
incremento de temperatura, alcanzando hasta los 38 y 39 grados, lo cual le
provocaba un sudor excesivo.
Detalla que el día en el que su cuerpo colapsó completamente
consecuencia de las altas temperaturas, fue cuando pensó en solicitar apoyo
médico y asistir a consulta, sin embargo, ya habían pasado 12 días desde que
comenzó a presentar los primeros síntomas.
“Las temperaturas muy altas, alrededor de 38 grados, incluso,
fueron varias noches en las que llegué a los 39 grados, mi cuerpo lo
manifestaba como sudor excesivo, por las noches los primeros días,
posteriormente también por las tardes se manifestaba este síntoma.
“Presenté problemas respiratorios, no fueron tan graves,
afortunadamente, sin embargo, sí tenía una limitación al respirar, lo cual me
provocaba tos, que era otro de los síntomas que empecé a manifestar”, explicó.
El no creer en la existencia del virus, no conocer a nadie
que padeciera esta enfermedad y las responsabilidades económicas que tiene,
hicieron que continuara realizando sus actividades cotidianas, pensando en que
los síntomas que tenían sólo terminarían en una simple gripa.
“Justamente en el día 12, después de la primera
manifestación, fue cuando acudo al médico, por indicaciones de un médico
particular, el cual me confirmó que presentaba todos los síntomas, acudo al
servicio de salud federal, después de un largo cuestionario y revisión, me
clasificaron como sospechoso de COVID-19”, manifestó.
Esta notificación era el inicio de la preocupación, así como
del dolor físico y emocional que vendría en los siguientes días.
El primer golpe emocional fue el tener que alejarse de su
familia, ya que la instrucción médica fue el aislamiento domiciliario, pero a
la par, llegó el sentimiento de poner en riesgo a sus seres queridos.
Ya con el diagnóstico de ser un caso positivo, los síntomas
se intensificaron y su cuerpo empezó a sufrir padecimientos que se hicieron más
fuertes e insoportables.
“El dolor de cuerpo es terrible, hemos padecido todos en
algún momento, cuerpo cortado relacionado a alguna gripe, este dolor, esta
sensación no se parece a nada el dolor de cuerpo, el dolor de cabeza,
principalmente este último, es lo que mi mente llegó a generar la idea de que
una persona hipertensa no lo resistiría.
“La cabeza parece que te va a explotar, ni el paracetamol, ni
ningún otro medicamento me aliviaba el dolor de cabeza, ni reducía los síntomas
de momento, pero en realidad era algo incontrolable. La fiebre de momento
parecía que era lo que me iba a hacer colapsar”, puntualizó.
Con el transcurso de los días la nostalgia y el miedo también
se apoderaron de él, recuerda que un día vio a su madre, a una distancia de
tres metros de donde se encontraba en aislamiento, ella lloraba de la
preocupación y verla así, provocó que las lágrimas salieran de sus ojos,
acompañadas del dolor por no poder abrazarla.
“Fue muy difícil, hubo momentos en los que yo de verdad
sentía que mi cuerpo no resistiría, a pesar de que, como lo he comentado, me
considero una persona joven y fuerte, que siempre he tratado de explotar en la
medida de lo posible mi cuerpo, con todas las actividades que realizo, a pesar
de eso, no resistí.
“Hubo noches en las que, incluso, yo sentía que no
despertaría, por lo mismo; no me atrevía a dormir, en la orilla de la cama, con
fiebre, escurriendo de sudor, el mismo sudor que la fiebre provocaba, eran
noches que pasaba en soledad porque no quería preocupar a mi familia. No me
atrevía a decirles a las dos o las tres de la mañana, me siento mal, tengo miedo”,
recordó.
Saber que padecía COVID-19 hizo que su forma de pensar
cambiara por completo, por lo que a las personas que se comunicaban con él para
conocer su estado de salud, les recordaba que hicieran caso a las medidas
sanitarias que las autoridades piden a la población que lleven a cabo.
“Personas con otro tipo de enfermedad, alguna enfermedad
crónica, hipertensión, diabetes, obesidad, no lo resistirían, yo de verdad,
hubo noches en las que pensé que no amanecería, eso me hizo pensar en estas
personas”, afirmó.
José “N” sostiene que todavía padece algunas consecuencias
por haber padecido este virus, como es el sufrir problemas respiratorios cuando
sube escaleras, “si subo escaleras me agito, consecuencia de la enfermedad”.
Por último, invita a la población a ser responsable ante las
medidas que se piden llevar a cabo para evitar contagios, como el uso de
cubrebocas, lavado de manos, no salir de casa, porque en su experiencia, él ha
comprobado que la enfermedad existe y genera dolor, aislamiento, miedo y
preocupación.
“Estarás solo, habrá quien esté contigo a la distancia, no
podrás tener ningún tipo de contacto con ninguna persona, con ninguno de tus
seres queridos, serán momentos duros, serán momentos difíciles, necesitarás
fortaleza mental para sobrepasar, para sobrevivir este periodo.
“Tu cuerpo puede sobrevivir si tú te comprometes con las
medidas de seguridad, con las medidas de higiene, mismas que son importantes
para proteger a tus seres queridos”, enfatizó.