Toluca,
Estado de México.- El cáncer de ovario es una de las principales causas de
muerte en mujeres mexiquenses de 20 años de edad en adelante, registrando en
2017 un total de 360 decesos a causa de este padecimiento que es curable si se
detecta a tiempo, indican datos de la Subdirección de Epidemiología del
Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
En el marco
del Día Mundial de esta enfermedad, que se conmemora el 8 de mayo, el organismo
informa que la mayoría de los fallecimientos se registraron en población de 50
a 59 años, seguida por féminas de 40 a 49 años de edad.
La
Secretaría de Salud mexiquense señala que, en el 80 por ciento de los casos,
este mal se diagnostica en etapas avanzadas debido a que inicialmente no
presenta síntomas; sin embargo, posteriormente se manifiesta con signos como
dolor indefinido en el abdomen, inflamación abdominal, estreñimiento sin causa
aparente o tumoración pélvica palpable.
Para
diagnosticarlo, es necesario realizar un ultrasonido que debe completarse con
estudios especializados, posteriormente, se lleva a cabo una cirugía para
extirpar el tumor y realizarle análisis para determinar especificaciones del
cáncer y establecer el tratamiento adecuado.
Normalmente,
el cáncer de ovario es diagnosticado cuando las mujeres acuden a consultas
médicas relacionadas con ovario poliquístico, endometriosis o dismenorrea
(menstruación difícil y dolorosa), sin embargo, no está relacionado con estos
problemas de salud.
En caso de
presentar los síntomas referidos, la dependencia pide acudir al Centro de Salud
más cercano y de ser necesario, la paciente puede ser referida a una unidad
médica de segundo o tercer nivel de atención.

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