Chetumal,
Quintana Roo.- El talento y el amor por el taekwondo son compartidos por las
hermanas Ana Zulema y Katherine Ibáñez Ramírez, quienes en cada una de sus
competencias están para apoyarse, siempre en busca de los mejores resultados y
el Nacional Juvenil 2019, que se celebró recientemente en Chetumal, no fue la
excepción.
Katherine,
la hermana menor, tuvo una destacada participación alcanzando tres preseas de
bronce, siendo alentada por su hermana, la seleccionada nacional y medallista
centroamericana, Ana Zulema, quien ha acumulado excelentes resultados
nacionales e internacionales.
Ana Zulema
recordó que fue hace más de 15 años cuando inició su camino dentro de este arte
marcial para después enfocarse en las formas, donde acumuló 18 medallas en sus
procesos de Olimpiada Nacional.
“Comencé a
la edad de cinco años, con el profesor Francisco Javier Linares, competí en
formas y combates, hasta que en el 2009 me empecé a especializar en Poomsae y
estuve en el proceso de Olimpiada Nacional desde el 2012, hasta el año pasado,
brindando medallas al Estado de México”, detalló la deportista mexiquense.
Ana Zulema
destacó que más allá de los resultados, una de las mayores satisfacciones que
le brinda el deporte es “compartir esta pasión por el taekwondo, es algo que
nos une como hermanas y la verdad es que poder ayudarle, transmitirle
conocimiento, brindarle apoyo, amor incondicional, para mí significa mucho y
que ella lo haga cuando yo compito es algo importante para nosotras”.
Por su
parte, Katherine puntualizó que “todo lo que he logrado en el taekwondo es
gracias a la inspiración que he tomado de mi hermana. Desde chiquita la he
visto como un ejemplo a seguir, más que nada por su dedicación, perseverancia y
la pasión que tiene es increíble.
“El apoyo
que tengo de ella es impresionante, nunca me ha dejado sola, siempre me ha
acompañado y soy muy afortunada por tenerla conmigo en este recorrido”, reiteró
Katherine.
También
explicó que, además del apoyo moral, Ana Zulema es parte fundamental de su
proceso deportivo, sobre todo en esta última etapa donde ha fungido como su
entrenadora.
Finalmente,
la seleccionada nacional recalcó que la motivación es mutua y que otro aspecto
fundamental para ambas es el apoyo incondicional por parte de sus padres, Ana Zulema Ramírez Robles y Mario Ibáñez
Nájera.
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