Toluca,
Estado de México. El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y
Municipios (ISSEMyM) ofrece capacitación médica interinstitucional para
detectar y tratar oportunamente las adicciones, entre las que se cuenta la
dependencia a las redes sociales.
Al
respecto, médicos familiares de este Instituto concentran esfuerzos,
académicos, técnicos y operativos, para establecer y estandarizar protocolos de
acción que permitan ayudar a los pacientes, o a quienes conviven con ellos, para
detectar cuándo una de estas actividades se convierte en práctica nociva.
Personal
de Psiquiatría de esta dependencia detalló que un paciente con este tipo de
adicción puede presentar modificaciones repentinas de humor, pérdida del
autocontrol, bloqueos para iniciar/seguir una conversación o relaciones
interpersonales, agobio, inseguridad, sensación de vacío, celos y hasta
dificultad para tomar decisiones.
“Pese
a que la mayoría de los usuarios tienen un comportamiento promedio, existen
aquellos que utilizan las redes de forma excesiva y compulsiva, presentando
conflictos intrapsíquicos, donde el individuo experimenta emociones
desagradables contra sí mismo, que le generan reacciones poco asertivas,
incluso manifiesta consecuencias físicas como arritmias, opresión en el pecho,
falta de aire, sudoración, molestias digestivas y náuseas, entre otras”.
Una
de los especialistas indicó que algunos signos para detectar si se es adicto a
las redes sociales (RRSS) es aislarse de las relaciones cara a cara, pérdida de
la noción del tiempo o del espacio debido a la permanencia en las RRSS,
llegando, muchas veces, hasta a privarse del sueño.
Baja
en el rendimiento escolar, descuido de responsabilidades o actividades
consideradas como importantes en el entorno laboral, escolar, social, familiar
o de pareja, o bien, manifestaciones de euforia, así como pensar y hablar
persistentemente de los temas y circunstancias que suceden entre los conocidos
de la red.
Añadió
que una vez que se han detectado estos comportamientos es de suma importancia
iniciar acciones para controlar y erradicar esta adicción, donde “los padres
pueden contribuir a que sus hijos limiten el uso de las redes sociales mediante
el establecimiento de normas y medidas disciplinarias contundentes”, como fijar
horarios para disponer de la tecnología con el compromiso de estar atentos de
que así se cumpla.
Algunas
recomendaciones para moderar dichas conductas es tener la computadora en la
sala o donde los padres puedan vigilar el uso y los accesos que se tengan,
monitorear permanentemente el uso de celulares, de acuerdo con la edad del
usuario, programar un temporizador y ayudar a la persona a respetar el tiempo
establecido.
Ambas
partes, ya sea con la ayuda de un familiar o un amigo, deben comprometerse a
generar y llevar a cabo prácticas de control, para lo que podrán ayudarse de
periodos de convivencia como charlas cara a cara, juegos de mesa, realización
de actividad física y evitar el uso de celulares cuando estén en familia.
Durante
los periodos de sueño y mientras se está conduciendo algún vehículo desactivar
los datos móviles, la red WiFi o ponerlos en un sitio alejado para evitar la
tentación de contestar mensajes, ya que de haber alguna emergencia quien así lo
necesite establecerá contacto a través de la línea telefónica.
Finalmente,
invitó a acercarse a los profesionales de la salud, quienes son los indicados
para establecer tratamientos integrales a pacientes y familiares que les
permitan librar oportunamente este desafío.
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