Capturas de pantalla de imágenes tomadas de la red
#PolicíaCdmx
#InjusticiaEImpunidad
El pasado
23 de enero, un joven preparatoriano, es detenido arbitrariamente al momento de
estar tomando fotos a un grafiti en las inmediaciones del Metrobús Rosario, como
únicos testigos están, un amigo que lo acompañaba y otro joven que servía de
modelo para una fotografía de Marco Antonio. Sus captores, dijeron lo llevarían
al MP 40 en Azcapotzalco, lugar donde más tarde llegan los padres del joven y
se les informa que su hijo fue liberado a unas calles del lugar donde fue
detenido.
Las
autoridades a cargo de levantar el reporte por la desaparición de Marco Antonio,
indicaron que debían pasar las 48 horas reglamentarias para abrir el expediente.
Gracias a la intervención de la CNDH los padres del joven desaparecido, lograron
gestionar un acta por desaparición, en el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas
y Ausentes (CAPEA) para agilizar la búsqueda de su hijo.
Gracias
al uso de las redes sociales, el caso de este joven se hizo viral en la red, la
sociedad civil enunció a este hecho como un caso de desaparición forzada, en
ese orden de ideas, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en
México, exigió que la desaparición de Marco Antonio Sánchez Flores, se
investigue como desaparición forzada, “que se castigue a los responsables y que
tanto a él como su familia tengan acceso a la justicia y a la reparación del
daño”.
Cinco
días después, cuando el descrédito que pesa sobre las autoridades capitalinas alcanzó
al Jefe de Gobierno y las manifestaciones de indignación aumentaron en
proporciones incalculables, sucedió el milagro, Marco Antonio apareció
deambulando en calles del municipio Melchor Ocampo.
Como
queriendo “tapar el sol con un dedo”, Miguel Ángel Mancera informó a medios de
comunicación que los padres de Marco Antonio ya tenían conocimiento de que su
hijo se encuentra con vida y expuso la insistencia de ‘hasta por dos veces’
para hablar con la madre de Marco Antonio y que ésta le aseguró que sí se
trataba de su hijo.
Sin
embargo, las imágenes que circulan en redes sociales, lo muestran totalmente
distinto al momento de su detención (foto 1), desde la ropa que llevaba puesta
el del día del arresto que es distinta a la que se aprecia en el video de las
cámaras del juzgado cívico en Tlalnepantla (foto 2); hasta el alto grado de
desnutrición e indigencia (foto 3) que se puede notar cuando fue encontrado en
calles del municipio de Melchor Ocampo.
Ojalá
que este caso no se vaya a los anales del olvido y la indiferencia, con el
numeral “ya apareció, ya no hay nada más por hacer”. En
calidad de mientras, según lo reportado por La Jornada, Marco Antonio ya fue
trasladado al Centro de Justicia de Tlalnepantla en medio de un total
hermetismo por parte de policías municipales y personal de la Procuraduría
General de Justicia, sin que los familiares del estudiante ni reporteros tengan
acceso al recinto que permanece cerrado.

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