Aquí parte del mensaje
https://soundcloud.com/r-alejandra-ayala-pimentel/sereno-moreno
Nezahualcóyotl,
Edomex., Ante miles de mexiquenses en la plaza pública del municipio
mexiquense, cuna del abanderado del sol azteca por la gubernatura del estado de
México, Juan Zepeda respondió al ultimatum que le envió el líder nacional de
MORENA, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), donde le pide que decline a favor
de la maestra Delfina Gómez Álvarez, a reserva de que Zepeda admita ser parte
de la “mafia del poder” y de esa manera se vea impedido para no apoyar el
proyecto de la esperanza.
En
el acto, Zepeda señaló que tal exhorto, obedece a que AMLO reconoce que sin el
PRD, su candidata no podrá ganar la gubernatura del estado. Además, dijo que el
discurso de “la mafia del poder” ya es obsoleto y que Andrés Manuel debería
cambiar de estrategia sino quiere sumar una derrota más. Precisó que para
trabajar por el país, por lograr un cambio verdadero y en beneficio del
prójimo, no se necesita estar dentro de un partido político y tal parece que
“quien no se suma a tu proyecto, es cómplice del mal”.
Al
mismo tiempo, Juan Zepeda señaló que la decisión de apoyar o no a Delfina
Gómez, no la tomaría solo, ya que “represento a toda esta gente” señalando a
los miles de asistentes al mitin, además dijo que él es un hombre de partido y sí
sabe lo que significa la lealtad a sus compañeros, por lo que preguntó a los
asistentes si estarían de acuerdo en declinar sin cuestionar, sin opinar y sin
más preámbulo que la sumisión, a lo que la multitud manifestó un no rotundo.
En
ese orden de ideas, el perredista reiteró que la única vía para lograr un
cambio en el país, es por la izquierda, mas no con una estrategia demagógica de
victimización como la que utiliza López Obrador.
Finalmente,
haciendo de uso de las referencias históricas y políticas que suele referir el
líder de MORENA, Juan Zepeda reprendió al morenista; “ni Delfina es Cuauhtémoc
Cárdenas, ni tú eres Benito Juárez” y
puntualizó, “sereno moreno, que lo cortés no quita lo valiente” frase que utilizó
al exhortar a López Obrador para que detenga la violencia verbal, ya que sus
seguidores la replican con un diezmo más de agresividad.
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