Reportaje
Durante
toda la contienda electoral, el Dr. Brasil Alberto Acosta Peña, reconocido
líder antorchista y abanderado del PRI, candidato a la Presidencia Municipal de
Texcoco; estuvo haciendo énfasis en demostrar el por qué si es texcocano. Para
sostener su dicho, dijo que los nueve meses de su gestación los pasó en Texcoco
y cuando al fin llegó la hora de su nacimiento, se dio bajo condiciones que
obligaron a sus padres a trasladarse a Tepexpan, así lo dio a conocer el pasado
17 de mayo en la llamada “Fiesta de las Estructuras” donde a través de
diapositivas, él mismo presentó copia de su acta de nacimiento donde se indica
que nació en Tepexpan. De igual manera, en la propaganda que los promotores del
voto se dedicaron a repartir desde el inicio de campaña, dice “Soy
orgullosamente texcocano. Nací el 21 de junio de 1970, día en que Brasil ganó
en México el campeonato mundial de futbol, cuatro goles por uno a Italia.
Vivíamos en la calle 2 de marzo, donde antes estaba el salón “Casa Blanca”; mi
padre, Raymundo Acosta Sánchez, era profesor de Chapingo, entonces Escuela
Nacional de Agricultura y estudiaba la maestría en el Colegio de Postgraduados.
No iniciaba aún el partido cuando mi madre, Nohemí Peña Peña, comenzó a sufrir
los dolores de parto y la llevaron a la clínica San Vicente cuyo director era
el eminente cirujano Juan Manuel Celis Ponce, socio fundador y presidente de la
Sociedad Médica de Texcoco. Mis padres decidieron llamarme, en honor a ese
acontecimiento, Brasil Alberto Acosta Peña. Me inscribió en el Registro Civil
de Texcoco Don Benito Bustamante Buendía, oficial del registro civil de aquel
entonces”
Nótese
la insistencia por declararse texcocano, una obsesión que el Dr. Brasil
presenta en torno a su nacimiento, y no es que tal acontecimiento sea
determinante para gobernar en Texcoco, experiencia se tiene en ese sentido,
muestra de ello es Amado Acosta, el sonorense que fue Presidente Municipal durante
2009 – 2012. Aquí se trata de algo mucho más serio, pues el candidato ofreció
transparencia y legalidad en cada acto público a lo largo y ancho del
municipio, a cambio del voto de confianza a su favor.
Ahora
bien, nadie podría objetar la impecable trayectoria que tuvo como estudiante,
con los promedios que bien definen a una persona dedicada a su estudio, tampoco
su andar como profesionista y docente. Simplemente, le faltó agregar su
participación como Miembro de la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista,
cargo relevante anterior a la Diputación Federal por representación
proporcional, tal como lo indica el sitio: ADN Político (1)
Sin
más preámbulo y pasando a lo verdaderamente importante, se asoma también una
duda ¿De qué forma pretende gobernar en Texcoco?
A
modo de respuesta, en la misma propaganda señala generosidad y experiencia, mil
millones de pesos anuales “a fin de que nuestro municipio avance” puntualizó
Acosta Peña.
Y es
aquí donde se pone bueno el asunto, ya que para empezar, al decir “nuestro
municipio o nuestro Texcoco”, coincido con lo expuesto por el Ing. Aquiles
Córdova Morán, “hay que notar el prepotente acento patrimonialista, de dueño
indiscutible de Texcoco y de todos sus habitantes” cuando así lo refirió sobre
los discursos de otros actores políticos
(2).
Siguiendo
con las propuestas del candidato antorchista, en las que hace alarde de su sabiduría y
experiencia como político, es lamentable contradecir a tan elocuente presentación
hecha por el Ing. Aquiles Córdova Morán el pasado 14 de diciembre de 2014, cuando
en el Tejocote, Texcoco, durante el segundo informe de resultados del diputado
federal con licencia Brasil Alberto Acosta Peña, el dirigente nacional del
movimiento antorchista lo presentara como el candidato idóneo no solo para
gobernar Texcoco, sino para gobernar al país si así se lo propusiera. Cito:
“Los tiempos no están para juegos y menos para los reflectores y luego de
escuchar el discurso de Brasil, me queda claro que no hay más que se pueda
decir, sólo que se quiera abusar de la palabra o de la paciencia de la gente.
Felicito con verdadera emoción de compañero y de lucha al Dr. Brasil Acosta
Peña por el informe que acaba de rendir, puntual y preciso, obra por obra,
acción por acción, número de beneficiados, nombres de comunidades beneficiadas.
Él
es Rector Honorario del Centro Universitario Tlacaelel, articulista de planta
de la revista Buzos de la Noticia, es presidente de la Comisión Nacional
Estudiantil del Movimiento Antorchista, miembro del Comité Ejecutivo de
Antorcha y ese comité si trabaja, es miembro de la Dirección Nacional de
Antorcha que también trabaja, es un personaje admirable y abrumador.
También
es abrumador por su talento y precisión, por el dominio de los temas, por la
elegancia de su lenguaje, que lo dibujan como el político moderno, como el
político del futuro que necesita no Texcoco, no el estado de México solamente,
sino el país entero” (3)
Recalco
que es lamentable contradecir el señalamiento de candidato idóneo, ya que ha
dejado mucho que desear como diputado federal, prueba de ello se encuentra en
el sitio Atlas Político (4) donde resalta lo siguiente: ocupa el lugar 433 de
los 505 diputados que son en total. Y para el caso que nos ocupa en la
pretensión de conservar la “buena imagen” de Acosta Peña, pues nada más no hay
cómo. Resulta que en transparencia, está reprobado en virtud de los siguientes
rubros: Declaración Patrimonial (no declaró), Declaración de Intereses (no
declaró), Declaración Fiscal (no declaró) Declaración de Fondos de Campaña (no
declaró).
En
conclusión, pareciera que Brasil Alberto Acosta Peña, no sabe para qué le fue
encomendada la curul, ni para qué sirve la investidura como diputado federal.
Los hechos hablan por sí solos, bien vale la pena hacer un alto y reflexionar
sobre qué clase de diputados queremos como guía para nuestro país, el futuro de
nuestros hijos y el presente de nuestros adultos mayores.
FUENTES:
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